El método Pomodoro de productividad es una manera de afrontar las tareas que vayas a hacer, basándose en intervalos de trabajo intenso y descansos.
Para despejar ya la mente si te estás preguntando acerca de qué tienes que ver una técnica de productividad con un tomate (pomodoro significa tomate), simplemente decirte que el creador del método, el italiano Francesco Cirillo, cuando configuró el método utilizó un reloj de cocina, que típicamente en Italia solían tener forma de tomate, y le acabó dando este nombre a todo el método.
Ya está, no le des más vueltas al tema del nombre, y centrémonos en el método en sí, que puede resultarte de interés.
El HIIT de la productividad en el trabajo.
¿Has oído hablar de las siglas HIIT?
Son cada vez más usadas en el mundo del fitness y el deporte, y provienen de la expresión «High Intensity Interval Training», o lo que es lo mismo: Entrenamiento de Intervalos de Alta Intensidad.
Consiste en realizar esfuerzos considerables, de corta duración, descansando entre esfuerzo y esfuerzo.
La técnica Pomodoro es el equivalente, si hablamos de Productividad.
A los momentos de esfuerzo se les llama a veces también «pomodoro».
Planificación de tareas.
Si realizas una tabla de ejercicios HIIT, puede ser que consten de intervalos de esfuerzo de 45 segundos (por decir algo), con descansos intermedios de 20 segundos.
No es el momento de pensar qué ejercicio vas a hacer ¿verdad?
Ya tienes tu tabla de ejercicios definida antes, y llegado el momento, la ejecutas.
En tu trabajo, el mecanismo es similar.
La planificación previa es lo que te permite abordar los «pomodoros» con la intensidad requerida.
Tiempos típicos.
Es algo bastante personal llegar al punto óptimo de duración de pomodoros y descansos.
Inicialmente, en genérico, se suele hablar de pomodoros de 25 minutos, con descansos de 5 minutos.
Estos tiempos no tienen por qué ser los que mejor te funcionen a ti, pero si no sabes por dónde empezar, puedes probar, e ir ajustándolos según tus circunstancias.
El cansancio se acumula.
Cuando llevas varios pomodoros seguidos, el descanso típico que hayas establecido entre ellos se te queda corto.
Si no recuperas, el siguiente intervalo de alta intensidad no será de intensidad tan alta, será cada vez menos intenso.
Por ello, cada cierto número de períodos de ejercicio, el descanso ha de ser mayor, más largo.
Por ejemplo, si haces trabajos de 25 minutos, con descansos de 5 minutos entre ellos, cuando llevas 4 pomodoros el siguiente descanso deberá ser mayor, tal vez de 20 minutos.
Evitar interrupciones.
En este método, lo que se entiende por «pomodoro» es un intervalo ininterrumpido de tiempo.
Esa es la palabra clave: ININTERRUMPIDO.
Llámalo «pomodoro» o como quieras, pero de lo que se trata en este método es en que, cuando estás haciendo algo, estás haciendo algo, y mientras no pasa el intervalo de tiempo en que estás con ello, no existen otras cosas.
Mantener la concentración.
No es algo incompatible con otras teorías y conceptos, como el «mindfulness», pues de lo que se trata es de mantenerse concentrado en la tarea que se esté haciendo.
Es decir, se esté centrado en el «ahora».
Por eso, el método «Pomodoro» se muestra como una sucesión de intervalos cortos de trabajo, pues si el intervalo es demasiado largo, se hace mucho más difícil mantenerse intensamente centrado en lo que se esté haciendo.
Piensa en lo que quieras, que necesite de tu concentración, y verás cómo, a partir de un cierto momento, ya no estás tan concentrado.
Entonces necesitas un descanso, despejar la mente, y así puedes volver a concentrarte.
Sin embargo, como decíamos, el descanso corto no te recarga al 100%, sino que vas acumulando cansancio, vas necesitando descansos más largos, y finalmente necesitas parar hasta el día siguiente o cuando sea.
Trabajo en equipo
Una de las críticas que tiene el método Pomodoro es su individualismo, pues habla de cómo tú realizas tus tareas, pero muchas veces formas parte de un grupo mayor, y hay que coordinarse.
Se inventó otro nombre, el de «Pair Programming», Programación en Dúo, que se usa para referirse a una posible organización del trabajo.
Consiste en que dos personas estén haciendo tareas que se consideran independientes entre sí en ese momento, de tal modo que uno no tenga que esperar al otro, pues no depende de lo que esté haciendo.
Ejemplo:
Imagina que tú estás planificando los costes de un banquete, mientras la otra persona está definiendo una lista de asistentes.
Por mucho que quieras concentrarte, difícilmente vas a ser capaz de calcular el coste del banquete mientras no sepas cuántos asistentes va a haber.
Sin embargo, mientras uno está con la lista de asistentes, el otro puede estar con la configuración del menú.
Estas dos tareas son mucho más independientes, y cuando acabe el «pomodoro» correspondiente, cada uno habrá podido trabajar con concentración en su tarea.
Dificultad de comunicación.
Parece claro que el propio planteamiento del método hace difícil la comunicación directa y fluida entre varios componentes de un equipo, ya que se fundamenta en la ausencia de interrupciones, y las conversaciones serían una interrupción
Te recomiendo que eches un ojo a mi artículo «Qué significa evitar las distracciones para tener productividad en el trabajo«, para que veas que llevar los métodos de productividad tan «inmersivos» a niveles altos puede no ser, precisamente, lo más productivo.
Uno de los argumentos por los que ha tenido tanto auge el modelo de oficina abierta y sin despachos ha sido la búsqueda de la comunicación directa, informal y sencilla entre los compañeros de trabajo.
Esto también supone que el grado de interrupciones es mayor que cuando se trabajaba en cubículos cerrados o semicerrados, y de ahí que haya controversia acerca de si es un modelo que funciona bien o no.
Cómo encaja el método Pomodoro con el trabajo creativo.
Quisiera hacer un apunte a este respecto, pues me parece de las cuestiones más relevantes para entender la Productividad, y es la asignación previa de tiempos a las tareas creativas.
Se tiene una imagen un tanto idealizada de ese momento en que la bombilla se enciende y el cerebro del genio crea algo de la nada.
Es algo curioso, pues la mayor parte de los grandes creadores se han encargado, durante mucho tiempo, de dejar claro que, en general, esas grandes ideas no surgieron de la nada, sino que fueron una evolución de otras muchas ideas anteriores.
Es decir, la bombilla se les encendió tras mucho tiempo pulsando el interruptor.
Sin embargo, es cierto que hay tareas para las cuales aplicar una técnica de productividad como el método Pomodoro puede resultar más complicado que para otras.
Ejemplo:
Imagina que vas a diseñar una vivienda en una determinada parcela.
El propietario te pasa un documento del cual tú tienes que extraer el programa de necesidades de la casa.
Bien, esa tarea puede cuadrar bastante bien con un «pomodoro», así que le dedicas unos minutos a confeccionar la lista de todo lo que te piden (unos dormitorios, unas estancias, terrazas, cocina… lo que sea).
Pero ahora te toca diseñar una vivienda que, no solamente contenga todo ese programa de necesidades que ya tienes en forma de lista, sino que sea una buena vivienda (sin entrar a discutir acerca de qué es una buena vivienda).
Esta segunda tarea es mucho más creativa que la primera, y el hecho de que tomes aire, conectes el cronómetro y te asignes unos minutos para «diseñar a tope», no significa que vayas a realizar un buen trabajo.
De hecho, puede que pasen esos 25 minutos (por ejemplo) y que no hayas dibujado absolutamente nada.
Sin embargo, cualquier trabajo tiene un plazo de entrega, y si no se planifican tiempos, también puede ser un mal resultado.
Cada cual se apañará mejor o peor, solo te pongo un ejemplo para que veas que muchas veces las cosas no son tan claras.
El seguimiento como mecanismo para reforzar el ánimo.
Una de las recomendaciones a seguir cuando se sigue el método Pomodoro es hacer un seguimiento de las tareas realizadas.
En general, como se realizan con intensidad y concentración, se avanza bastante en el trabajo.
El hecho de apuntar todo lo realizado en una lista te ayuda mucho anímicamente, pues al final de tu jornada verás que has completado una cantidad interesante de trabajo, y tendrás la moral alta.
Es algo relacionado con recomendaciones de otros métodos, en los que te recomiendan que, a la hora de hacer una lista de tareas, no seas demasiado detallista, porque la lista de tareas puede entonces ser muy larga, tener muchas cosas.
Sin embargo, también verás que hay personas que dicen que prefieren ser detallistas y tener esas listas de tareas muy largas, porque así van tachando cosas, mientras que si la lista solo tiene las tareas genéricas, pueden pasar varios días sin poder tachar nada, y eso les afecta negativamente al ánimo.
Tu opinión.
Como siempre, me interesa mucho tu opinión, y espero que me cuentes qué te parece este método, si lo estás aplicando, si te da buenos resultados….
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