
Dentro de los estereotipos que han rodeado desde hace unos años a los Millennials, y ahora también, por extensión, a la Generación Z, cabe echar un vistazo a cómo es la situación real que ha tocado vivir a estas dos generaciones.
Vamos a echar un vistazo a la realidad, que no es como te cuentan en esos grandes titulares que intentan vender un modo de vida fictíceo.
¿De qué cobran dinero la Generación Z y Millennial?
Con el paso del tiempo, han aparecido nuevas profesiones y han desaparecido otras.
El mercado laboral a ido transformándose, pero sigue existiendo.
A pesar de que los titulares, los artículos, los vídeos de las redes sociales, son dedicados de manera habitual a las excepciones, no por ello se convierten en realidad del día a día.
Te encuentras con cantidad de mensajes que te dicen que éste o aquel empresario está ganando un montón de dinero con una App, o desde la playa, o mientras monta en monopatín, o mientras da la vuelta al mundo surfeando sobre las mejores olas.
¿Acaso es falso?
No tiene por qué ser falso.
No todo el mundo gana el dinero trabajando en una empresa una jornada laboral de tantas o cuántas horas al día.
Piensa en cuántos cantantes millonarios has visto en la TV desde hace décadas, o actores, futbolistas o deportistas de diferentes disciplinas…
¿Es algo nuevo, o siempre ha habido casos así?
Seguro que en los medios has visto a algún deportista que gana mucho dinero, que conduce unos coches deportivos de altísima gama, que vive en una casa despampanante, que viaja en jet privado…
Son los que salen en los medios, y son la excepción.
Probablemente conozcas de primera mano a bastantes deportistas, de la disciplina que sea, que no viven de esa manea ni ganan esas cantidades de dinero.
Con la Generación Z y Millennial ocurre lo mismo.
La generación Millennial abarca a aquellos nacidos en las 2 últimas décadas del sXX, y la GenZ a los nacidos ya en el sXXI.
Por tanto, puede haber unas diferencias de edad de más de 20 (o 30) años entre algunos de ellos.
Como ya sabrás, no todos ellos son CEO de alguna empresa, ni son millonarios de la noche a la mañana porque hayan creado una App, etc, etc.
Del mismo modo que en el mundo hay millones de futbolistas que no salen en los medios y que no son millonarios, hay millones de Millennials y Genz que no salen en los medios y que no son millonarios.
En los medios, salen las excepciones, se etiquetan y se muestran como si fueran lo habitual.
¿Cuál es el panorama real de la Generación Z y la Generación Y (Millennial)?
Pues la realidad dista mucho, pero mucho, de lo que los medios quieren hacerte creer.
El poder adquisitivo de las personas (sean de la generación que sean) ha ido bajando progresivamente, y hay algunas cosas que hace años se daban por hecho, y que se han ido dificultando.
Un ejemplo claro es el de los salarios.
Y por salario hablamos de dinero, de lo que las empresas pagan a sus empleados en euros, dólares o la moneda que tenga tu país.
No hablamos de todo esto que lees en redes sociales de «salario emocional», cuando te cuentan que las generaciones Y y Z no valoran el dinero, sino tener tiempo libre, viajar…
Del mismo modo, te dicen que estas generaciones no quieren tener una vivienda en propiedad porque es algo anticuado, incluso se va diciendo que prefieren compartir vivienda en grupo porque es más colaborativo…
Te dicen que prefieren pedalear o desplazarse en patinete a ir en un coche con calefacción, faros, maletero, etc.
Pero hay algo clave: los sueldos son cada vez más bajos y los precios de todo eso son cada vez más altos.
En generaciones anteriores, quien podía acceder a un título universitario se aseguraba un sueldo alto.
Hace ya tiempo que eso no es así, y que la educación titulada cada vez se alarga más (másters, doctorados…) hasta el punto en que hay personas cuya carrera profesional no comienza nunca, porque todavía hay un «curso superior» que hacer.
De hecho, hay currículums vitae en los que personas que en otras generaciones mostrarían ya una cierta experiencia laboral, en estas generaciones (Y, Z) solo aperecen estudios, cursos, títulos académicos…
El acceso a la vivienda está más difícil.
Si pensamos en la libertad de elección, sería decisión de cada cual si quiere o no quiere adquirir una vivienda, o si quiere vivir de alquiler, o si quiere seguir en la vivienda familiar, viviendo con los padres, o en pisos compartidos…
Pero la realidad económica muestra que con un sueldo medio es muy complicado acceder a una vivienda en propiedad, por lo que convivir con otros compañeros que aporten dinero a ese alquiler o a esa hipoteca no es una decisión, sino una necesidad, se quiera o no se quiera.
Esto tiene que ver, evidentemente, con que la edad de emancipación de los hijos se vaya prolongando cada vez más, ya que es muy difícil que un banco conceda un préstamo a una persona sola, con un sueldo medio, con los tipos de contrato laborales más habituales… para que compre una vivienda que, a poco que esté en pie, supondrá varias décadas de letra mensual para devolver el préstamo al banco.
A mediados del sXX, no es que fuera fácil acceder a una vivienda, ya que siempre ha supuesto un esfuerzo, pero la edad de emancipación era mucho más baja, y no era necesario, como ahora, juntar varios sueldos de titulados universitarios para acceder a un piso que, además solía ser más holgado de tamaño.
Las condiciones económicas laborales son malas.
Las empresas pueden invertir mucho dinero en hacerte creer que para ser moderno no te tiene que importar el sueldo, sino el tener tiempo para ti, flexibilidad horaria en el trabajo, movilidad, ser valorado/a en tu puesto…
Los contratos de tipo «fijo» o «indefinido» no abundan (lo cual también influye a la hora de solicitar una hipoteca a un banco para comprar una vivienda).
Te dicen que es algo que los Millennial y a los GenZ no les interesa, que ser empleados con un contrato fijo es algo anticuado, etc.
Lo que viven las generaciones Z e Y es una precariedad laboral que no les permite hacer planes de futuro, pues su fuente te ingresos es muy inestable, más que en generaciones anteriores.
El dinero sigue siendo necesario.
La publicidad dice que los Millennials y los GenZ no valoran el dinero, que viajan de mochileros, que prefieren un paseo en monopatín a un empleo…
Si bien es cierto que un empleo no es la única manera de tener ingresos, lo que es ineludible es la necesidad de tener algún tipo de ingreso.
Los gastos se pagan en dinero, y por tanto, necesitan cobrar en dinero.
Los bancos, los caseros o las compañías eléctricas no te van a aceptar que les pagues con otra cosa que no sea dinero.
Si creaste una App que te ha dado millones, o si tu canal de Youtube te hace ingresar mucho dinero en publicidad, enhorabuena.
Pero eres la excepción que será mostrada en los medios.
Si no es tu caso, entonces es muy probable que un salario mensual sea tu principal fuente de ingresos.
Como hemos dicho en otras ocasiones, los medios han confundido «generación» con «edad».
No es que a los Millennials no les interesase el sueldo, es que a personas jóvenes, sin cargas económicas, que viven con sus padres y cuyos ingresos se utilizan para viajar, no necesitan un sueldo alto para vivir con desahogo.
Pero hay ya Millennials que están cerca de los 40 años de edad.
Ahí aparecen gastos fijos derivados de vivienda, suministros energéticos, educación…
Y no solo la propia, sino también empiezan a tener ya hijos, que requieren cuidados y cuyas necesidades distan mucho de ser gratuitas (y cada vez menos).
Estos Millennials no pueden permitirse ya cobrar otra cosa que no sea en dinero.
Por tanto, para los medios están perdiendo interés porque dicen que se han vuelto como sus padres, cuando la realidad es que siguen siendo los mismos que eran, pero con un entorno diferente.
Así que ahora los medios se giran hacia la Generación Z, cuyos miembros mayores acaban de llegar al mercado laboral, y que son objeto de los mismos argumentos que usaron para la Generación Y (Millennial)…
… y así la historia se repite.