¿Sirve de algo el curriculum en formato tradicional hoy en día?

El curriculum vitae en formato tradicional todavía es útil
El curriculum vitae en formato tradicional todavía es útil

Existen cada vez más formas de crear tu curriculum vitae, plataformas de Internet en las que puedes exponer tus habilidades, redes sociales…

Entre todo esto, cabe preguntarse si sigue teniendo sentido que tengas aún tu CV actualizado en formato tradicional.

¿Qué opinas?

Vamos a analizarlo.

Tener el CV en formato tradicional no significa tenerlo en papel.

Antes de seguir hablando, tengamos claro que cuando nos referimos al formato tradicional del curriculum nos referimos a ese documento que todos conocemos donde se refleja la experiencia labora, la formación académica, los datos personales, etc.

Hace años, cuando se buscaba un empleo, generalmente el empleador solicitaba que entregases al menos una copia en papel de tu CV, pero eso ha cambiado.

Lo más habitual es que se te solicite el documento en formato electrónico (PDF, por ejemplo).

Sin embargo, el documento es el mismo que antes, lo único que cambia es que se imprime menos.

 

El curriculum para conseguir una entrevista de trabajo.

Las leyes de protección de datos han cambiado la manera de entregar los curriculums a las empresas, especialmente a aquellas que se dedican exclusivamente a contratar para otras empresas, incluidas las empresas de trabajo temporal (ETTs), headhunters, etc.

Aquel método de recorrer las calles, entrando en las oficinas de las empresas cargado/a de copias de tu CV para ir dejando una en cada oficina que lo requiriera, ya no es factible.

Lo habitual es que tengas que registrarte en la web de esa empresa, y subir tu curriculum a través de un portal de Internet de la propia empresa.

En éste mismo blog te expliqué que el objetivo de entregar tu curriculum es conseguir una entrevista de trabajo, que no esperes (habitualmente) que cuando te llamen sea directamente para comunicarte que te han adjudicado el puesto.

 

Llevar el CV a la entrevista de trabajo.

Muchos responsables de procesos de selección valoran positivamente que el candidato acuda a la entrevista con una copia de su curriculum, el que entregó a la empresa cuando se presentó al proceso.

Valoran, además, que se lleve en papel, para que sea más ágil su consulta, y además, si llevas una copia para el reclutador/a, puede apuntar sus notas directamente en tu CV.

No es extraño leer en Linkedin cómo se quejan algunos/as responsables de selección de que los candidatos/as acuden a las entrevistas sin llevar una copia de su curriculum vitae impresa, haciéndoles a ellos perder tiempo en buscarlo.

Lo peligroso es que lo interpretan como una falta de interés por parte del candidato.

Por tanto, es recomendable que lleves al menos una copia de tu CV impreso a la entrevista de trabajo.

 

¿Tienen razón estos/as responsables de selección al quejarse?

En mi opinión, no, ninguna razón.

Por una parte, es un mensaje completamente contradictorio decirle al candidato que no se recogen curriculums en papel, que tiene que enviarlos en formato PDF o similar, y sin embargo después quejarse de que no trae su curriculum en papel a la entrevista.

Y por otra parte, los reclutadores/as tienen cada vez más tendencia a culpar al candidato de más y más cosas basándose en algún tipo de signo absolutamente interpretable. Me explico:

Es cada vez más frecuente que, por ejemplo, si te pica la nariz durante la entrevista y te rascas, tu entrevistador/a haya leído en alguna parte que eso es parte del lenguaje corporal involuntario y que significa que estás mintiendo.

Del mismo modo, decir que el candidato/a no tiene interés por el puesto porque no ha traído una copia de su CV a la entrevista, puede aplicarse al propio reclutador/a: ¿no deberías tener tú preparada la entrevista con una copia del candidato/a sobre la mesa o en tu ordenador?

Es decir, este tipo de responsable de selección entiende que no tiene por qué dedicarle unos minutos a preparase para la entrevista con el candidato, que ya lo traerá él o ella todo preparado para que no tenga que hacer nada: falta de profesionalidad evidente.

 

En cualquier caso, es quien selecciona.

Hay responsables de selección extraordinariamente cualificados/as y también los/as hay como los descritos en el apartado anterior.

Pero, en cualquier caso, en lo que a ti respecta, se trata de quien va a seleccionarte para seguir adelante en el proceso, o va a descartarte.

Evidentemente, no voy a recomendarte que te aguantes el picor de la nariz para que no piensen que mientes en la entrevista (si te pica la nariz, lo natural es que te rasques, educadamente).

Pero vaya, acudir con una copia de tu CV en el bolsillo por si te la piden, puede que te evite problemas absurdos como lo que te he explicado antes.

 

Entonces ¿tiene sentido el curriculum en formato tradicional?

En mi opinión, tiene sentido.

Hoy en día, existen otras vías utilizadas por los reclutadores de empleo, como (tal vez la más conocida) la red social Linkedin, los vídeo-curriculums, etc.

Pero también hay una vía de procesos de selección que requiere de CV tradicional, porque requiere de estandarización y de velocidad.

Imagina que optas por hacerte un vídeo-curriculum en el que cuentas tus virtudes laborales, y que ese vídeo dura unos minutos (7-10 minutos, tal vez).

Cuando se publica una oferta de empleo, hay veces que se reciben, literalmente, cientos de curriculums al día.

Para el reclutador/a no es viable visualizar vídeos de varios minutos con cada candidato/a, en ese tipo de procesos.

 

Formatos estandarizados de curriculum.

Hay procesos de selección en los que obligan a todos los candidatos a entregar todos sus curriculums en un determinado formato, todos igual.

También puede ser que no subas tu propio curriculum al portal en PDF, sino que vayas rellenando unos campos de un formulario de la web, de tal manera que el documento se va generando según vas completando la información que te piden, que es la misma para todos, en el mismo orden para todos, y que resulta en un documento con el mismo formato para todos, donde cada elemento de información es directamente localizable por el/la responsable de selección, de manera que van más deprisa.

A pesar de que hagas tu CV en formato tradicional, cada persona lo hace a su manera.

Por ejemplo, tú puedes poner tu nivel de idiomas al principio y otras personas ponerlo al final.

Y también habrá quien, directamente, no lo ponga.

Si el reclutador/a debe ir buscando el dato en cada curriculum, su trabajo se hace más largo: pero si el formato es el mismo, de tal manera que sabe que el nivel de idiomas está en un determinado sitio indicado, no pierde tiempo en buscar, y ve directamente si se ha indicado el dato o no por parte del candidato.

 

Destacar con el formato de tu curriculum.

Hay una cierta preocupación por pasar desapercibido/a en un proceso de selección para un puesto de trabajo.

Tal como decíamos antes, puedes estar compitiendo por un puesto con varios cientos de personas, y eso son muchos CV de apariencia similar.

Así que hay quienes se preocupan de que la apariencia de su curriculum sea diferente, a ser posible para mejor, como es el caso de quienes intentan que todo su CV se refleje en una sola página, y se valen para ello del diseño gráfico.

Sin embargo, como hemos visto, no siempre es una estrategia válida, pues puede ser que se establezca un formato estándar para todos.

 

El curriculum ciego.

Buscando que en los procesos de selección no haya discriminaciones, una de las iniciativas que se ha impulsado en algunos lugares es la del curriculum ciego.

Esto quiere decir, que el CV no aparecen datos de carácter personal, para evitar que los posibles prejuicios de quien adjudique el puesto tengan relevancia alguna.

Es un tipo de CV que tiene un cierto grado de aceptación, tanto por aquellos grupos que tradicionalmente se consideran discriminados en los procesos, como también por las empresas que hacen de intermediarias entre el candidato y el empleador, ya que así nadie puede acusarles de tener sus propios prejuicios.

El nivel de «ceguera» del curriculum puede variar según el caso, y debe ser internamente coherente.

Por ejemplo, si se quiere evitar que el responsable de selección sepa si el candidato es hombre o mujer, no solamente debe desaparecer la casilla en la que se indica, sino que tampoco deberá aparecer, por ejemplo, el nombre de la persona, que se sustituye por un número o algún código de identificación alternativo, desde luego no deberá haber fotografía, etc.

Si lo que se quiere evitar es que el seleccionador/a no sepa la edad del candidato/a, no deberá aparecer la fecha de nacimiento, ni tampoco la fotografía… pero tampoco deberían aparecer las fechas en el apartado de experiencia laboral, ya que pueden ser un indicador claro de la edad aproximada de la persona.

Por cierto, que el curriculum sea ciego no quiere decir que la entrevista posterior también lo sea.

 

Conclusión.

Todavía es recomendable que tengas tu curriculum en formato tradicional.

Hoy en día, hay muchas formas alternativas de tener tu CV, pero están orientadas a que el reclutador/a te encuentre a ti, y no son tan efectivas cuando eres tú quien se presenta a un proceso de selección para un puesto de trabajo.

Muchos procesos de selección te siguen pidiendo el formato tradicional, en cualquiera de sus variantes, para permitirte optar a un empleo.

Si tienes alguna cuestión más al respecto, puedes contactar conmigo pulsando el botón:

Quiero contactar con Eduardo

 

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