
El teléfono móvil está presente con frecuencia en el centro de muchas recomendaciones, y generalmente lo está en sentido negativo.
Seguramente te habrás acostumbrado a leer y escuchar el consejo de que, para tener productividad, mejor apaga tu smartphone.
Vamos a ver que esto no tiene por qué ser así.
El teléfono móvil como ladrón de tiempo.
Desde que el teléfono móvil se convirtió en teléfono inteligente o «smartphone», se pueden hacer muchas más cosas con él, además de hablar.
De hecho, en muchos casos lo de hablar se ha convertido en algo secundario, si entendemos por hablar el sentido tradicional del término, conversaciones mediante la voz.
Es muy normal ver que la pantalla de cualquier smartphone está llena de iconos que representan aplicaciones diversas (de hecho, suelen llenar más de una pantalla).
Hay aplicaciones para muchas cosas, y cada día salen algunas nuevas al mercado.
Además, muchas de ellas son gratuitas, por lo que es frecuente que haya personas que tengan el teléfono móvil sobrecargado de aplicaciones, simplemente porque no tienen coste económico.
Por tanto, hay todo un mundo de maneras de perder el tiempo, y están ahí, al alcance de la mano, literalmente.
Las aplicaciones de las Redes Sociales.
En general, cuando se habla de que alguien está perdiendo el tiempo con el teléfono móvil se suele estar hablando de las redes sociales.
Desde sus inicios, se las ha considerado ladronas de tiempo.
De hecho, eran muchas las empresas que tenían prohibido el uso de las redes sociales en horas de trabajo en las oficinas, incluso tenían mecanismos de software para que no se pudiera acceder desde los ordenadores de la empresa.
Con la difusión de los smartphones a nivel particular, este tipo de restricciones dejó de tener sentido, puesto que cualquier persona puede acceder desde su teléfono móvil, no necesita un ordenador, y menos aún un ordenador de empresa.
Es casi una frase hecha, cuando se dice que alguien no es productivo en la oficina, decir que «se pasa el día en Facebook», para ejemplificar que está en la oficina, pero no está realmente trabajando.
Los videojuegos.
El otro gran grupo de aplicaciones ladronas de tiempo son los videojuegos.
Desde que los teléfonos móviles tienen potencia de procesamiento y memoria suficientes, el mundo de los videojuegos ya no es algo restringido a las videoconsolas y los ordenadores, sino que también van contigo en tu smartphone a donde tú vayas.
Ha habido algunos videojuegos para smartphones que han tenido un grandísimo éxito, y hasta han creado comunidad a su alrededor.
Es incluso habitual ver a personas jugando desde su teléfono andando por la calle, en las paradas de los autobuses, o en cualquier transporte público…
En algunos casos, se trata de videojuegos que tienen muchos niveles que superar, de modo que se puede estar mucho tiempo jugando (meses) sin acabarlos de completar.
La aparente sensación de urgencia.
Cuando tu smartphone te notifica que has recibido un mensaje, por ejemplo, de cualquier aplicación de mensajería instantánea, es probable que te provoque algo de ansiedad no contestar inmediatamente, y que interrumpas los que estés haciendo para ver lo que te haya llegado a través de Whatsapp, Telegram, o la aplicación que uses.
Sin embargo, esto no es tanto así.
No es el móvil, sino el uso que haces de él.
Cada vez que algún elemento tecnológico aparece en la vida de las personas, se suele hacer un uso exagerado de él, y con el tiempo se va comprendiendo y se va madurando su uso, aunque dicho elemento tecnológico no cambie.
Si alguien tiene algo urgente que decirte, lo normal es que te llame.
Pero si es algo que no tiene por qué tener una respuesta inmediata, y la persona que te quiere preguntar lo que sea piensa que puede ser que estés ocupado en otra cosa, lo que hace es que te manda un mensaje, precisamente para no interrumpirte.
Eso no quiere decir que dejes tus mensajes olvidados, simplemente que el nivel de estrés que te provoque el tiempo de respuesta es relativo.
El teléfono móvil puede ser una ayuda para tu productividad si lo usas para ello.
Como decíamos antes, hay aplicaciones para muchas cosas, y si bien existen muchas formas de perder el tiempo, también hay aplicaciones que te ahorran tiempo y te permiten trabajar de manera más eficiente.
La decisión es tuya.
Si usas tu smartphone para jugar varias horas al día, o para ver vídeos graciosos de gatos (por decir algo), no es una herramienta productiva.
Pero si le das otro enfoque, puede ser una de las herramientas más potentes que hayas usado para lograr un alto nivel de productividad.
Ejemplo: Lectores de Feeds RSS
Si te gusta estar al día en lo que sea que te interese, es normal que te «des una vuelta» por las publicaciones que traten de la temática en cuestión, a través del navegador web.
Esto puede ser toda una tarea, y desde luego, puede ser algo que te lleve bastante tiempo cada vez que lo hagas.
Sin embargo, puedes instalarte una aplicación en tu smartphone que lea feeds RSS, de tal manera que, con solo abrirla, puedes ver de un vistazo todas las publicaciones que le indiques.
Compara esto con tener que ir visitando el sitio web de cada publicación, una a una, y navegando.
Hay muchas aplicaciones de este tipo, como puedan ser Feedly o Flipboard (y otras muchas más), y son unas grandes «ahorradoras de tiempo».
Uso de las Redes Sociales.
Del mismo modo, que una persona esté consultando o interactuando en sus redes sociales puede significar que está perdiendo el tiempo, o no.
No es cuestión de que Facebook sea una pérdida de tiempo, sino que la cuestión es el uso que le des para que no lo sea.
Aplicaciones de gestión de proyectos y del tiempo.
No voy a extenderme aquí en este apartado porque requiere de artículos propios (sí, en plural), pero está claro que hay que mencionar que también existen aplicaciones específicamente pensadas para ayudarte con la gestión de tu tiempo, la organización de tus tareas, la gestión de tus proyectos, de tu equipo de trabajo, etc.
Cada cual elige sus preferidas y trabaja con ellas, las que mejor se adapten a su actividad.
Puede ser que prefieras Asana o prefieras Trello, o puede ser que prefieras ToDoist o Wunderlist, que prefieras Evernote o que prefieras Google Keep…
Y no solo tienes que pensar en términos de productividad si la aplicación se define como tal.
La mayor parte de los smartphones tiene calendarios informatizados que son una herramienta enormemente útil para la productividad, tanto personal como de equipo.
Me refiero a los Google Calendar, iCal de Apple, etc.
Tampoco conviene olvidar las aplicaciones que te permiten gestionar tus correos electrónicos desde donde estés.
Al menos, si tu smartphone es muy incómodo para escribir, te permitirá ver los correos y contestarlos brevemente, o simplemente verlos y saber que has de ir a la oficina para contestarlos con más detalle.
Conclusiones
Deja ya de pensar que el teléfono móvil es simplemente algo que te hace perder el tiempo.
No es el aparato, sino el uso que hagas de él lo que puede hacer que sea algo poco productivo o que sea una enorme herramienta para tu productividad.
Echa un vistazo a tu Google Play Store, o a tu Apple Store, o a la tienda de aplicaciones del sistema de teléfono móvil que utilices y busca aplicaciones que te ayuden a elevar tu nivel de productividad, en lugar de perder el tiempo.
Verás que las encuentras, y que son muchas.
Pero el hecho de instalarte una app de productividad no te hará ser más productivo o más productiva, sino que después has de integrarla en tu sistema de trabajo para sacarle rendimiento.
¿Qué aplicaciones usas tú?
¿Has utilizado o utilizas alguna aplicación que consideres que te ha sido útil para tu productividad?
¿Cuál?