¿Te valoran en tu empresa? ¿Con salario emocional o con sueldo en dinero?

Si te valoran en tu empresa, pregúntate si pagarían más por tu trabajo o no
Si te dicen que estás muy bien valorado en la empresa, piensa en algún indicador medible de ello ¿Tal vez el sueldo?

Vemos en todas partes cómo nos recalcan la importancia de que los empleados y empleadas de una empresa se sientan valorados(as) para que tengan un sentimiento de compromiso (engagement, como se suele decir), y trabajen mejor y más a gusto.

En la mayoría de los casos, esa valoración se centra en una serie de acciones que excluye hablar del sueldo.

Pues nosotros vamos a hablar de ello, si te parece bien.

El nivel de desempeño en el puesto de trabajo ¿importa?

Si paseas un rato por la red social LinkedIn, no te costará mucho encontrarte con un buen número de publicaciones que piden la homogeinización de las condiciones laborales en relación al puesto que se ocupe.

Esto se basa en el concepto de evitar la discriminación laboral, sea por género, por edad, por procedencia o cualquier otra causa que no debería tenerse en cuenta.

Sin embargo, con el paso del tiempo se han ido afinando más las peticiones, hasta el punto de olvidar a la persona en sí, y su desempeño en el puesto de trabajo.

Por ejemplo, un objetivo de las críticas habituales son las (también habituales) ofertas de empleo en las que, al llegar a ese apartado en el que dice «remuneración», se dice que «según valía».

Se suele atacar a estas ofertas porque tienen un carácter un tanto oscuro, y puede ser que, tras llevar tiempo en un proceso de selección, entonces te hablen del sueldo y descubras que no tendrías ni que haberte molestado en participar, pues se trata de una remuneración, en muchos casos, ridícula (por baja).

Sin embargo, las críticas a la remuneración «según valía» desaparecen cuando se habla de otros ámbitos laborales.

Cuando un equipo de fútbol busca, por ejemplo, un lateral izquierdo… ¿Alguien protesta porque se ofrezca remuneración «según valía»?

Es exactamente el mismo caso, pero en el mundo del deporte profesional.

No he visto a ningún crítico decir que los equipos de fútbol deben publicar el sueldo que vaya a tener ese lateral izquierdo que buscan, sea quien sea.

Al contrario, todo el mundo ve claro que los equipos están dispuestos a pagar más por que algunos jugadores vayan a jugar a su equipo, que porque lo hagan otros.

 

El reconocimiento «de boquilla».

Hay un chascarrillo procedente del mundo «laboral» de los becarios que dice:

– Qué tal te va en esa empresa.

     – Pues me iba muy bien, y estaban muy contentos conmigo hasta que quise cobrar.

Efectivamente, el mundo de las becas y los becarios está lleno de situaciones en las que estas personas no cobran dinero por su actividad en las empresas en las que trabajan.

Y es muy habitual que sus jefes(as) les digan que están trabajando muy bien, que están muy contentos(as) con ellos(as)…

Pero todo cambia cuando se habla de cobrar un salario (dinero) a cambio del trabajo realizado.

Entonces el discurso cambia tanto, que a esos mismos becarios se les acaba diciendo que trabajan fatal, que no están preparados, que no son productivos para la empresa… más o menos lo contrario que se les decía antes de hablar de cobrar dinero por su actividad.

 

El reconocimiento «de boquilla» está cada vez más extendido.

Se trata de cuando tus jefes te dicen que eres imprescindible para la empresa, que confían en ti más que en ningún otro compañero(a), que trabajas muy bien…

En España, a este comportamiento se le suele llamar «regalar los oídos», puesto que con cosas que se dicen, y que los oídos agradecen escuchar.

 

Pero lo cierto es que el dinero implica reconocimiento real.

Volvamos al caso de los fichajes de los equipos deportivos.

¿Qué ocurre si un equipo dice que un jugador le parece el mejor del mundo? Seguramente saldrá en la prensa, habrá titulares, etc.

Pero ¿fichará ese jugador por ese equipo porque hayan hecho esas declaraciones?

Echa un vistazo a cualquier noticia que se refiera a ese mundillo de los fichajes, y verás que no es así.

El jugador (o la jugadora) firma su contrato con el equipo cuando llegan a un acuerdo acerca de su remuneración.

El razonamiento es simple:

  1. ¿Realmente queréis que juegue en vuestro equipo?
  2. Demostradlo
  3. Hablemos de dinero

Es decir, el fichaje no se cierra porque los directivos del equipo que quiere fichar salgan en ruedas de prensa hablando, sino porque están dispuestos a pagar lo que estén dispuestos a pagar por ese fichaje.

Si el jugador pide demasiado, entonces el equipo dirá «no es tan bueno como para pagar tanto».

 

¿Qué pasa en tu empresa?

Con toda la campaña que hay para despistarte, cuando todo el mundo te dice que el dinero no es importante, que has de valorar más otras cosas, tales como los horarios de trabajo, días libres, etc (el popular «salario emocional»), parece que hablar de dinero esté prohibido.

Y de esto se valen muchas empresas.

¿Qué tal tu remuneración?

¿Está tu empresa contenta contigo?

¿Lo demuestra con tu sueldo, o te lo demuestra hablando?

Es muy habitual que haya empleados a los que se les dice que son muy importantes, que su trabajo es básico para la empresa, etc…

… pero resulta que están cobrando menos dinero que sus compañeros(as).

Entonces, pregúntate quién está mejor valorado en esa empresa, si aquellos a los que se les dice que trabajan muy bien, o sus compañeros(as), que cobran más dinero cada mes.

¿Qué pasaría si, en una de esas ocasiones en que se te dice que trabajas muy bien y todo eso, pidieses un suelo más elevado?

¿Accederían, o entonces cambiaría el discurso poco a poco y te acabarían por decir que tu trabajo tampoco es tan bueno, y que si no estás a gusto en la empresa, «ahí tienes la puerta»?

La respuesta que te des a esta pregunta es la que marca el reconocimiento real que tienes en la empresa, porque el dinero es una manera muy potente de reflejarlo.

Si te dicen (palabras) que estás muy reconocido(a) y que trabajas muy bien, pero el dinero va para el sueldo de tus compañeros(as) en vez de para el tuyo, puedes pensar que eso que te dicen no es real.

En este mundo en que se nos habla tanto de datos y de métricas, un indicador muy claro y muy medible del nivel de reconocimiento en el puesto de trabajo es el dinero que te pagan: se puede medir, contar, etc.

 

¿Te lo vas a preguntar?

Habitualmente las empresas no publican los sueldos de los empleados, de modo que es probable que no sepas lo que cobran tus compañeros(as) para que puedas comparar con tu situación específica.

Pero eso no impide que tú reflexiones, observes, y detectes pequeños detalles que te harán descubrir un panorama de cómo están las cosas a tu alrededor en este sentido.

Si te lo preguntas, puede que las respuestas que encuentres no te gusten, porque lleven tiempo «regalándote los oídos», y hayas llegado a creerte que estabas en una cierta posición en la empresa en la que no estás, y sin embargo, otros(as) compañeros(as) a quienes no se les dicen tantos halagos, están más arriba que tú (¡Quién te lo iba a decir!)

 

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