
Saber del tema en que trabajas no es tan habitual como pudiera pareder.
¿Te parece obvio?
Probablemente no lo sea tanto. Te voy a poner un ejemplo, para que veas a qué me refiero.
Vamos a pensar en un responsable de un departamento de Compras de una empresa que se dedique a, por ejemplo, maquinaria para climatización.
¿Cuál es el tema?
El tema es la maquinaria de climatización, incluso los conceptos y mecanismos de la climatización en sí.
¿Cuál es su cometido?
Vamos a pensar que su cometido es que su empresa consiga adquirir los componentes que necesita, de la mayor calidad al mejor coste posible.
Si pensamos que su cometido es simplemente comprar al menor precio, esta persona acabará siendo sustituida por un software que compare precios, y no tiene mucho sentido que analicemos el caso.
Pero pensemos que tiene que comprar componentes de la mayor calidad posible, al mejor coste posible.
¿Da igual el tema?
Si se piensa en las habilidades que ha de tener un gestor de compras, rápidamente nos viene a la mente alguien que «regatea» y que «aprieta» a los proveedores.
Llegados a este punto, cabe preguntarse si, entonces, da igual a qué se dedique la empresa en la que trabaje, simplemente debe pedir descuentos adicionales a los proveedores, amenazarles con comprar a otro si no acceden, y hacerlo.
Las habilidades de gestión se consideran a menudo tan transversales que se ignora el sector o la actividad general.
La pregunta es, entonces, si alguien con una formación de economista, financiero o similar, es apropiado para comprar los componentes de las máquinas de climatización de nuestro ejemplo.
Caso contrario.
Imagínate ahora que el responsabe de esas compras es un técnico de máquinas de climatización.
A esta persona se le suponen unos grandes conocimientos técnicos acerca de los componentes de las máquinas, y sin embargo no se le suponen grandes habilidades de gestión de compras. Se supone que comprará en condiciones desfavorables, porque no «apretará» a los proveedores lo suficiente.
Errores en el planteamiento.
En el ejemplo, hay varios errores de planteamiento.
Consideraciones excesivamente estereotipadas:
Considerar a las personas demasiado parcialmente. Es común identificar a las personas con su puesto de trabajo, y caer en los estereotipos. Así, se cae en el error de cuponer que los científicos son locos, los matemáticos no tienen amigos, los comerciales son unos mentirosos graciosos y parlanchines…
Es algo bastante interiorizado, incluso al meterse en el papel. No es extraño que en los currículums, a la hora de solicitar empleo, quien aspire a un puesto comercial incluya una fotografía propia sonriendo, para mostrar don de gentes; mientras que quien aspira a un puesto en Compras incluya una fotografía propia con gesto serio o incluso de cierto mosqueo, para mostrar que está dispuesto a «pisar» a los proveedores. Es para cumplir con el estereotipo.
Por otro lado, hay un error relativo a la organización:
Las personas que trabajan en esa empresa no deben ser islas, sino que debe haber complementación entre unos y otros.
Si contratas a un gestor de compras para algo tan específicio como los componentes de máquinas de climatización, y no le ayudas, puede que sea la propia organización la que esté condenando este asunto al fracaso, independientemente de que la persona que lo desempeñe sea competente o no.
Es productivo y útil saber del tema.
El ejemplo de Compras es muy ilustrativo, porque la existencia de estos departamentos implica que se encargan de la negociación en múltiples áreas y campos dentro de las empresas, y saber de todo eso es muy complicado, ya que Compras puede encargarse de los bolígrafos, el papel, o cualquier elemento realmente core del negocio, como los componentes de las máquinas de climatización del ejemplo, o contratación de obras, etc.
Si quieres ser productivo y aportar algo más desde tu puesto de trabajo, saber del tema es muy útil. No se puede ser experto en todo, pero sí saber, cada vez más, del asunto que te ocupa.
Ahora estamos hablando de ACTITUD.
Cierto es que, en muchísimas ocasiones, tus superiores jerárquicos te dirán que te ciñas a lo que te mandan, incluso aunque muchas veces no estará tan claro qué te están pidiendo hacer ni cómo van a medir tu rendimiento.