
Situación que, seguramente os suena.
Alguien se ausenta de su silla en la oficina por cualquier causa, como pueda ser que le llame un director a su despacho.
Cuando regresa, su compañero le dice «Oye, te han llamado de RRHH».
¿Qué le pasa por la cabeza a esa persona, algo bueno o algo malo?
La actividad habitual de RRHH en la empresa.
Dependerá de cuál sea la actividad habitual del departamento de RRHH en la empresa.
Si RRHH se implica en cómo trabajan las personas de la compañía, tiene trato con los trabajadores, etc., que alguien reciba una llamada de RRHH no tiene por qué preocupar a nadie.
Pero no son pocos los casos en los que los departamentos de RRHH (si es que son internos, cada vez está más externalizada la gestión de RRHH, o mejor dicho, de contratación (RRHH es más que eso)), son instrumentos de la empresa para meter miedo.
Y meter miedo es dar la sensación de que tu puesto de trabajo pende de un hilo, y siempre.
En estos casos, se trata de departamentos de RRHH que no tienen una actividad continuada con las personas que trabajan en la empresa. Solo aparecen para evaluar y despedir.
Por eso, en esos modelos de actuación, si alguien recibe una llamada de RRHH sospecha, fundadamente, que no será para nada bueno.
RRHH debe ser más que eso.
Llevo ya bastantes años dedicado a los entornos de trabajo, y no deja de resultarme extraño la gran cantidad de ocasiones en que los departamentos de RRHH se apartan de este área.
Siempre he entendido que RRHH, o «Personas», o como prefieran denominarse en cada momento, tendrían mucho que aportar en referencia a los modos de trabajar en una empresa, y eso afecta a todo: desde el espacio físico, los sistemas informáticos, las políticas de presencialidad, etc…
Sin embargo, muchas, muchas veces, me he encontrado con que los responsables de RRHH se apartan de esas labores, y se consideran a sí mismos como, extrictamente, encargados de altas y bajas en la empresa, o evaluadores del desempeño de los trabajadores.
Creo que el futuro demandará que estos departamentos cambien su imagen, y que «salgan de su zona de confort».
Si no, las empresas acabarán creando departamentos que se ocupen de ello, pues es necesario que se tome en serio.